Lo triste es que cada una de esas citas fallidas es un pedacito de esperanza que te arrebatan, generalmente uno se ilusiona un poco antes de la dichosa salida, porque ha establecido un contacto con esa persona y han estado hablando unos días y por alguna extraña razón hicieron click, uno espera que cuando se vean frente a frente, pues todo va a ser mucho mejor, pero oh sorpresa, el tipo no se ve como en las fotos, o es un bobo, o te cuenta historias y te das cuenta que de verdad está más dañado sentimentalmente que tú o simplemente, no te gusta, porque cuando eres como yo, que te guste alguien, que te guste de verdad, es una cosa casi utópica.
Pero la utopía se da, el lío es que es generalmente con gente que no lo merece, con el que decide que me quiere hacer creer que quiere una relación en serio y luego me hace ver lo terrible que sería, pero me dice de consolación que no quiere perderme y que podemos seguir siendo fuckfriends...I'm a lucky girl!
Lo positivo de todas las citas fallidas es que uno aprende a reconocer lo que quiere y no quiere en alguien, a ser tolerante, a soportar el paso del tiempo lentamente, a no reírse en la cara de una persona, a respetar...Aprende lo q merece y lo que no, que hay gente que si ha vivido cosas más feas que uno, aprende a vivir un poquito mejor...A la final uno coje experiencia y ya no llora cuando llega a la casa cuando la cita fue un desastre, sino que se ríe con la mamá por teléfono de las bobadas q hizo el tipo en cuestión.
Y como es de esperarse recibe la típica frase cliché que te dan todos aquellos que quieren que no pierdas la esperanza..."No te preocupes, ya llegará"