El hilo rojo de la amistad

Y llega la iluminación un día cualquiera y te das cuenta, que efectivamente el amor encontró la manera de volver a tí, porque no hay manifestación más sincera del amor, que aquella que profesan los amigos por uno, porque ellos conocen las tristezas, alegrías, confesiones patéticas, errores más reprochables, amores eternos, patanes entrañables, fantasmas terroríficos y saben exactamente el contenido de la maleta emocional que cargamos todos.

Vuelven las amigas de la nada, esas que te han visto crecer y mutar, las que te conocieron cuando todavía te brillaban los ojos y las decepciones de la vida no te habían chupado el alma, se fueron en algún momento quizás, para permitirnos madurar y querernos mejor, y ahora vuelven en forma de compañía, consuelo, apoyo y risas cotidianas, porque ellas te han enseñado a creer en ese amor a distancia que consideras una farsa, y te demuestran que el que quiere puede, llegaron después de que ya habías dejado de preguntarte porque se habían ido y las dabas por perdidas, llegaron por sorpresa para que el reencuentro fuera más excepcional.

Con ellas crees en los mitos, las historias, en príncipes, en leyendas, crees en tí misma sólo porque te puedes ver a través de sus ojos y descubrir las cosas buenas que a veces olvidas en tí, porque te ves siendo niña de nuevo, sonriendo y haciéndolas reír y recuerdas esos días en que te sentías feliz y no te preocupaba tanto el futuro, porque ellas te han hecho recordar en lo que creías y en lo bonito que te queda en el alma y todos los días te dicen que todo va a estar bien y sin saber porque les crees, finalmente si están ellas todo estará bien; porque no lo sabían, pero aparecieron justo cuando estabas sintiendo que tu cordura estaba perdiendo la batalla contra la oscuridad, porque llegaron a pintar tu vida gris de colores y tumbaron tu teoría de que no puedes hacer planes a largo plazo, y ahora te ves anhelando el mes siguiente para estar juntas y el siguiente para ir a un concierto y el siguiente y el siguiente y así los años, para verlas ser felices, encontrar el amor que se merecen o continuar con el que por mérito tienen ya, y que sean mamás las que quieren serlo y querer esos niños como si fueras tía así tu naturaleza los repela, y verlas ser exitosas y saber ahora que en esos momentos que tanto temes y que son inevitables en un futuro, vas a tener en quien refugiarte cuando tu alma no de más.

Y creo en la leyenda del hilo rojo, esa que dice que las personas que están destinadas a estar juntas están conectadas por un hilo invisible que las reúne así pase el tiempo y las circunstancias, y ahora que el hilo las trajo de nuevo, ahora que somos 4 una vez más, ahora que ya no me siento triste y sola todo el tiempo, ahora que los dolorcitos de los hombres se convierten en risas y canciones, ahora que se que es no tenerlas, ya nunca se irán más, porque su amistad es un tesoro muy valioso que el orgullo no me quitara de nuevo jamás.

Gracias por ser cada una un universo distinto, gracias por la amiga de toda la vida, la que me recibió en su casa cuando vine a esta jungla y la que ha sido cimiento de todas las cosas bonitas que han pasado desde que tengo memoria, la que ha limpiado tantas lágrimas, la incondicional. Gracias a la amiga que sonríe todo el tiempo, que está pendiente, la positiva, la buena energía, la que me ayudó a alimentar a el ser más indefenso que ha dependido de mí y que amo con el alma y me ayudó a sentirme respaldada cuando no tenía dinero ni a nadie más, gracias por ser el papá de Tesla y por estar siempre pendiente de mi en Perú y no aburrirte nunca de mi tusa. Y por último gracias a la amiga sincera que no teme nunca decir lo que piensa, que enfrenta, que cuestiona, la que me ha enseñado tolerancia, la más grande prueba de amistad, porque nos soportamos en nuestras diferencias y por la que siento que hoy soy mas madura, pues aunque odio a su esposo soñado y a la que es cuando él está por ahí, estoy completamente dispuesta a soportarlo sólo para tenerla cerca, porque la admiro y sé que logrará grandes cosas en la vida.

El hilo rojo de la amistad nos mantiene unidas y hoy espero y confío que no nos separará más! ❤️

Estoy cansada de estar triste

El escribir se convirtió en un ejercicio terapéutico cotidiano, y como ahora ya no tengo novela para engrosar y entendí que era muy engreído de mi parte pretender hacer otra, creo que es necesario retomar este blog, a demás algunos fans ya lo estaban pidiendo ;)

Llevo algunos años con la necesidad incesante de redimir mis pecados, permitiéndome vivir unas relaciones incómodos y dolorosas, no me quejo, creo con todo mi ser que esos ensayos amoroso me han permitido conocerme mucho más y conocer mucho más el mundo y lo que puedo esperar de él. Pero el ultimo ensayo me salió mal, porque lo dejé llegar a un punto de no retorno y me hice daño con una conciencia absoluta, tal es así, que por primera vez no he terminado con rabia, no tengo nada que perdonarle a él, como si tengo mucho que perdonarme a mí, jamás mintió, quizás generó falsas expectativas, pero las mismas contrastaban en absoluto con su personalidad y cualquier persona con sentido común se habría dado cuenta que esperar que pasarían cosas bonitas, era casi estúpido.

Llevo mucho tiempo con un sentimiento adentro que pocas personas conocen, sonrío, disfruto, me río, pero siempre hay una tristeza ahí chiquita o grande, dependiendo del momento de la vida que atravieso, y me siento egoísta y desagradecida, porque cada cosa buena que pasa viene acompañada  de esta insatisfacción que me impide disfrutarla. También soy consciente de que, de uno depende todo lo que hace o pasa en su vida, y por eso dejar la tristeza es una decisión, y la tomo hoy, así como tomé la decisión de alejarme de N porque nunca lograría que él me quisiera como yo a él, también decidí que hay que dejar a un lado los ensayos amorosos por un tiempo y ensayar a quererme un poquito más a mí, para hacerme lo suficientemente fuerte, como para entender con mayor rapidez lo que no puedo cambiar, lo que no puedo tener, lo que no puedo querer y no morir en el intento.

Trataré entonces de volver esto más constante, como ejercicio para curar, lo que hace años debería estar sellado y después de muchos años dejar de hablar de tristeza, y porque no, cuando esté más fuerte, empezar a hablar de amor, en el que creo absolutamente aún cuando me guste decirle al mundo una y otra vez que no, y al que le he permitido que me golpee y me cincele esperando ser muy pronto digna de él, del amorcito del bueno y del de verdad.

Espérame que no demoro, ya casi voy a estar lista ;)