Mi Coffee Boy!


Se atrevió a hablarme justo en el momento en que a mi parecer no podía verme menos sexy, incluso lucia estúpida, porque trataba de hacer sonreír a una amiga que estaba triste, claro obviamente con muecas, brincos y payasadas y a él eso le pareció graciosisimo, no recuerdo bien que dijo, pero yo simplemente quede flechada con él; desde ese momento empecé a destinar un presupuesto mayor a mis cafés del día sólo para verlo, para hablarle, incluso cuando ese café me costaba tranquilamente cinco veces más que el habitual,  pero a mí no me importaba, me parecía un precio justo por acercarme a mi coffee boy.

Y toca decirle coffee boy porque mi temor era tal que jamás logré preguntarle su nombre, que fácil habría sido decirle: "Hola cómo te llamas?" -Y el me respondería : "Mucho gusto príncipe encantado, y tú, cómo te llamas?" - Y yo le habría dicho: "Yo soy Ana y estoy enamorada de tí" ... Pero no! Nada de eso ocurrió, porque mi neurona ahuevada se congelaba, me paralizaba y sólo podía sonreír o bajarle la mirada, por Dios, yo, sí yo, la más habladora de todas me quedaba sin palabras, incluso un día que me invitó a un lugar le dije que lo iba a pensar, por Dios pensar!!!

El siguió sonriendo, pero no hacía más, yo seguí visitándolo, gastándome lo que no tenia en cafés carísimos o en granizados en el frío sólo para que me sonriera, pero tampoco hice más, y aún con mi amor declarado, a todos mis amigos de aquí, de Colombia y de todas partes que me incitaban a hablarle al coffee boy, nunca pude...Ahora el coffee boy se ha ido, desapareció, no se que ocurrió, pero ya no volvió nunca a mirarme sonriente y aunque mi bolsillo está feliz por el notable ahorro que tenemos en cafés, yo sólo pienso que habría pasado si me hubiera atrevido a invitarlo a salir...Pero por lo menos me dejo una enseñanza, y es que a la neurona ahuevada hay que erradicarla de mi cabeza!

No hay comentarios:

Publicar un comentario